Pintar una persiana es una forma única de personalizar un negocio, una tienda o un edificio.

Hablamos de un negocio, el espejo de la empresa, donde acuden nuestros clientes día tras día, y es por eso que es muy importante cuidarlo y mantenerlo de la mejor manera a la vez que seguro, y eso no es todo, incluso manteniendo nuestro negocio cerrado, tu diseño captará la atención incluso de los más despistados, se mantendrá grabada en la mente de los clientes.

 Un graffiti a medida en el cierre exterior de tu negocio, servirá para mantenerlo limpio de pintadas y firmas que otros escritores puedan hacer sobre el mismo. Es decir, das un valor añadido a un espacio que de por sí puede transmitir mucha información a la gente interesada en tus productos o servicios.